Me retiro una temporadita, no sé hasta cuándo. Hace ya un tiempo que he notado que mis ganas de escribir en este blog han ido disminuyendo. El motivo es que me he quedado sin palabras, sin ganas de expresar cómo me siento ante un proceso- el de la maternidad- que a mí se me resiste. He decidido dedicar más tiempo a pensar en otras cosas, a aprender de otros temas que me hagan disfrutar, como hasta la fecha he disfrutado leyendo sobre un tema tan apasionante como la maternidad.
He tardado mucho en dar este paso, aunque hace meses que mi mente me lo pedía, porque realmente soy y seguiré siendo una adicta a la blogosfera maternal. Me sabe mal romper vínculos con gente tan maravillosa como vosotr@s, de modo que he decidido que seguiré leyéndoos, aunque sólo comentaré en casos muy puntuales.
Quizás, de vez en cuando, me asome aquí de nuevo para contar algún avance, o alguna cosa que necesite compartir. Dentro de un mes tendremos ya los resultados de las pruebas de perfil estéril, y me gustaría compartirlos aquí. Pero no me puedo comprometer a escribir mucho más. No me salen las palabras, es así de triste.
No quería abandonarlo todo de repente, sin decir nada. No sería justo con las personas que en algún momento a lo largo de la vida de este blog se han interesado por mis vivencias, han reído o han llorado conmigo, o simplemente han tenido unas cálidas palabras de ánimo.
Por eso escribo esta semi-despedida. Me voy, sin irme del todo, pues os seguiré leyendo y alguna vez volveré a escribir algo en este espacio. Gracias a tod@s por estar ahí. Un abrazo.