miércoles, 30 de marzo de 2011

Un blog con estilo y madres blogueras


Faith, del blog Mi mundo de Cristal, me ha entregado este premio tan estiloso, denominado Stylish Blogger Award, con la condición de que cuente siete cosas sobre mi. Voy a intentarlo: 
  • cuando era pequeña quería ser buena persona 
  • estuve a punto de entrar de novicia en una orden de monjas
  • sé hablar en lengua de signos
  • perdí la virginidad con mi marido 
  • me gusta pasar la tarde de domingo sin hacer nada, tumbada en el sofá viendo cualquier bodrio en la tele
  • me gusta la música  de estilo folk punk tocada con la dolçaina, un instrumento tradicional de la música valenciana. 
  • pertenezco a una asociación cultural que tiene el fuego y la pólvora como principales instrumentos del espectáculo y me paso los veranos de gira por amor al arte actuando en fiestas populares con los cuernos puestos. Mi marido también los lleva (no vayáis a pensar, lo hacemos juntos, je je)

Hasta aquí puedo leer. Me gustan estas cadenas de premios-trampa, como yo los denomino, porque nos permiten conocernos un poco mejor. El problema es que ahora debo buscar 10 blogs para pasar el premio y que continúe la cadena. Y no tengo tiempo para pararme a ver quien tiene el premio ya concedido y quien no, así que lo paso sin mirar a mis siguientes víctimas (espero que me lo podáis perdonar): 
Me gustan muchos más, pero el tope son 10, así que no puedo nominaros a todos, pero confío en que la cadena vaya pasando de unos a otros para conocernos mejor. Los que no tengáis ganas de seguirme la corriente, lo entiendo. Por eso mismo os quiero. 

Bueno, aprovecho aquí para felicitar a Mamá (contra) corriente y a Mamá sin complejos por la iniciativa que han tenido al crear el proyecto Madres blogueras, que os animo a conocer. 


Es una gran comunidad de blogueras y blogueros que hablamos sobre temas de maternidad. En su primer día en marcha han tenido mucho éxito. No puede salir nada malo de dos mujeres tan grandes. A las dos les tengo mucho aprecio, como a otras muchas blogueras y algún bloguero desperdigado que anda por aquí suelto. Las dos se han preocupado por animarme en mi búsqueda hacia la maternidad, incluso con correos privados donde se han preocupado por mis ausencias o por mis experiencias con la copa menstrual o con el método sintotérmico. Ese interés que demuestran por las demás las ha conducido a crear este nuevo proyecto, que espero que sirva para jubilarlas a ambas (quiero decir hacerlas ricas, no mandarlas al hoyo, que quede claro). Y es que el proyecto no tiene nada que envidiar a facebook. Enhorabuena a las dos y gracias por ser tan geniales. 

miércoles, 23 de marzo de 2011

En el mejor momento de mi vida

Voy a ser sincera. Hace unos meses, cuando empezamos a buscar un hijo, no esperaba que nos iba a costar. Digamos que no estoy preparada para asumir que esto puede ir para largo. Y al tiempo empiezo a preguntarme si tenemos algún problema de infertilidad. Voy a tratar de poner en orden mis sentimientos y rebajar mis expectativas, con vuestra ayuda seguro que lo consigo. Para empezar os pondré en antecedentes. Estoy en el mejor momento de mi vida. Lo valoro así porque llegar hasta aquí no me ha resultado fácil. 

Mi momento de plenitud (foto: usuario Flickr)

Tuve una infancia medianamente normal, pero hubo falta de afecto. Mis padres, me duele decirlo, no han sido unos grandes padres. Me crié sobretodo con mi abuela. Ellos estaban ahí. De hecho, mi madre siempre estuvo en casa, pero nuestra relación ha estado marcada por reproches cruzados, falta de comunicación y nulo entendimiento mutuo. Con mi padre, también me duele contarlo, pero ha habido bofetadas, golpes, insultos y un abismo entre ambos. Mi hermana mayor, mi única hermana, ha sido mi refugio, pero las dos tenemos las mismas carencias y la falta de comunicación entre nosotras también nos ha distanciado en muchas ocasiones. Ahora, gracias a mi sobrino, empiezo a tener con ella una relación más fluida y cariñosa. 

Esos son mis credenciales. Así crecí y me convertí en una adolescente vacía, sin objetivos, sin autoestima. Mis relaciones de amistad tampoco ayudaron a que las cosas fueran diferentes. Una persona me hizo mucho daño con a penas 16 años y acabé de hundirme. 

La anorexia y la bulimia llegaron a mi vida. Estuve enferma durante más de tres años. Llegué a estar ingresada en un hospital durante 3 meses para salvar mi vida. Conseguí superarlo y salí de nuevo a la vida, para empezar desde 0. Empecé mis estudios en la universidad, conocí a mi marido, empecé a trabajar de lo mío, periodismo, conocí gente interesante, hice amigos, me casé, me compré un piso...

Y de repente me di cuenta de que tenía 31 años. Hasta este momento no había sentido para nada lo que se conoce como instinto maternal. Al contrario. Me veía incapaz de ser madre. Mi marido, al contrario, no imaginaba su vida sin hijos. Pero decidimos seguir juntos, sabíamos que nos queríamos y que encontraríamos una solución. 

Yo le hacía ver que no quería tener hijos, que estábamos felices así como estábamos. Él se mostraba dolido, pero en el fondo confiaba en que algún día yo cambiaría de idea. Y ese día llegó. Llegó hace a penas medio año. No puedo explicar porqué, pero de repente sentí que estaba preparada para hacerlo, y ese pequeño deseo ha ido creciendo hasta hoy. Se ha convertido en mi máxima aspiración en la vida.

Como decía, estoy en el mejor momento de mi vida. Tengo amor, amistad, casa donde cobijarme, un trabajo, un marido que me comprende y me apoya... y encima he descubierto este mundillo bloguero-maternal tan maravilloso. 

Recapitulando. Si he superado tantos obstáculos, también podré superar este. Me pesan los 5 meses y pico de búsqueda infructuosa, los lagrimones en cada regla y la frustración que siento cada mes al volver a empezar con el día 1 de cada ciclo. Pero tengo cuerda para rato. 

sábado, 19 de marzo de 2011

Al final, no hay embarazo

Yo tanto preocuparme por si tomaba algún medicamento para frenar la gripe y resulta que al final llegó la menstruación. Nada más bajarme, empecé a medicarme, total que ahora ya me siento totalmente recuperada. 

Me da la sensación de que mi cuerpo está enfermando más de lo habitual y el caso es que me extraña porque justo ahora es cuando más me estoy cuidando. Empecé por dejar de fumar. Luego conseguí mejorar bastante mi alimentación, introduciendo frutas y verduras que a penas tomaba anteriormente. Desterré casi todas las guarradas de la despensa, excepto algún cruasán de chocolate que me niego a dejar de tomar. También empecé a hacer algo de ejercicio (porque dejar de tomar el ascensor para subir y bajar tres pisos es hacer ejercicio ¿no?). 

Bueno, pues desde que empecé a "cuidarme" he tenido dos resfriados fuertes, una infección de garganta, una infección de orina... y bastante mala leche. Pobre mi marido. Estoy más gruñona que nunca. Y eso no sé a qué achacarlo. Puede que estemos atravesando una crisis de pareja, nada grave, pero lo suficiente para decidir que hay que hacer algo al respecto. Le he propuesto que nos vayamos de viaje en semana santa, donde sea, nos da igual. Vamos a pensarlo los próximos días. 

Aprovecho para felicitar a todos los padres, especialmente a los padrazos. Feliz día. 

jueves, 17 de marzo de 2011

Fuera de juego


Así estoy desde el martes por la tarde por culpa de un constipado fuerte, que me ha dejado la nariz insensible de tanto sonarme los mocos. He gastado ya un pack entero de 10 paquetitos de pañuelos desechables y esta mañana he abierto el segundo pack. Menos mal que son extra suaves, con loción de aloe vera. Ayer mandé a mi marido a comprar pañuelos y zumo de naranja, es lo que más me apetece tomar. También estoy echando mano a una crema cicatrizante para regenerar la piel de la nariz y los labios. 

Hacía tiempo que no me sentía tan mal. Todo por no querer tomarme nada para aliviar el dolor y detener el chorreo constante de mocos. Antes, cuando pillaba un resfriado, lo cortaba por lo sano con bisolgrip, paracetamol y ibuprofeno, así de bestia, de modo que llevo siete años trabajando y nunca jamás he estado de baja por enfermedad. 

Si embargo, ahora me frena el temor a estar embarazada. Es una cosa que no puedo evitar pensar. Me toca la regla para mañana, de modo que no puedo saber si estoy o no. Y no quiero cagarla tomándome algo. Qué desespero. Todo lo más me he atrevido a tomarme medio gelocatil para el dolor de cabeza, no sin tener remordimientos. 

En fin, vosotras ¿cómo lo hacías para aguantar un resfriado fuerte cuando estabais embarazadas o cuando pensabais que podríais estarlo?

lunes, 14 de marzo de 2011

Mi lista de deseos para el concurso de Mimamasemima

Gracias a varias mamis de la blogosfera hace unos días descubrí este concurso de la tienda online Mi mamá se mima, especializada en artículos y ropa para la lactancia. 

Imagen obtenida de mimamasemima.com
El concurso consiste en visitar la web de la tienda y elaborar una lista de productos que te gustaría adquirir, hasta un precio máximo de 300 euros. Luego, publicas la lista en tu blog (el requisito es que el blog sea de antes del 1 de marzo). Cada artículo de la lista debe ir enlazado con la correspondiente ficha del producto en la página de mimamasemima.

Finalmente envías un correo electrónico a la dirección prensa@mimamasemima.com con el enlace a la entrada en tu blog y tus datos personales. Así de sencillo. 

El día 30 de abril se realizará el sorteo y el ganador obtendrá un vale de 300 € para gastar en la tienda. En fin, que os animo a participar. Yo lo voy a hacer con la siguiente lista de deseos: 
La suma de los siete artículos me da un total de 299.82 €, me ha salido así de ajustado a la primera. Ahora a ver si tengo suerte. Espero que os animéis a participar, al menos visitad la tienda. Os gustará. 

miércoles, 9 de marzo de 2011

Aniversarios

Foto: usuario de Filckr
Hoy hace justo un año que nos mudamos al nuevo piso. Tengo un buen recuerdo de la mudanza, no fue para nada agobiante. Contratamos una empresa profesional que nos dio muy buen resultado. Cero arañazos y cero golpes en los muebles, y mucha rapidez. Empezaron a empaquetar a las 8 de la mañana y a las 6 de la tarde ya estábamos totalmente instalados en el nuevo piso. 

La suerte quiso que ese mismo día comiéramos en los chinos y se nos ocurriera pedir un plato que nunca antes habíamos probado: ternera con salsa de ostras, de lo más normal, ¿no? Pues a eso de las 4 de la tarde empecé a sentir picores en la piel, sobretodo en el cuello y el tronco, y me puse roja como si me hubiera dado una insolación. Cuando acabaron los de la mudanza, nos fuimos pitando al centro de salud. Pinchazo de urbasón y a casa. Se ve que tuve reacción a la salsa de ostras, no se. 

El caso es que llevamos un año viviendo aquí, en un pueblo diferente, con su más y sus menos, pero el balance es muy bueno. Estamos felices en nuestra casa, con permiso de los vecinos, que nos han dado algún que otro problemilla. Pero no nos vamos a quejar. 

Si todo va bien, este será el nido de nuestro hijo. Aquí le esperamos criar, con una amplia terraza para que juegue, con mucha luz en las habitaciones para que pueda leer cuando le apetezca y en un pueblo que nos gusta bastante por las infraestructuras y servicios que puede dar a nuestra pequeña familia. 

En fin, ese no es el único aniversario. El sábado pasado cumplimos nuestro primer año de boda. Nos casamos el 5 de marzo de 2010 en el juzgado y en pantalón vaquero, como siempre habíamos soñado. Nos acompañaron los familiares más cercanos y algunos amigos. Por la noche, nuestra colla de amigos organizó una fiesta temática, muy divertida. Ese fue nuestro día de boda. No hubo luna de miel porque tuvimos que organizar las cajas para la mudanza, pero lo quisimos hacer de ese modo, así pudimos aprovechar los 15 días de permiso de boda para instalarnos en el nuevo piso.

Para celebrar el primer aniversario, el sábado pasado fuimos a cenar a un sitio fino, je je. Bueno salimos escaldados con la cuenta porque no nos pareció nada del otro mundo, pero reírnos nos reímos un rato. Ya en casa, brindamos con cava y seguimos la celebración. 

Con todo, estos días me ha entrado la morriña recordando todo lo que nos pasó en 2010. Entonces sólo aspiraba a tener una boda tranquila y a instalarnos rápido en el piso. No mirábamos más allá. En cambio, ahora empezamos a soñar con llenar esta casa con algo más que muebles y cuadros bonitos. Necesitamos las risas de un niño, y en eso estamos.