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viernes, 11 de mayo de 2012

Esto es un "hasta luego"



Me retiro una temporadita, no sé hasta cuándo. Hace ya un tiempo que he notado que mis ganas de escribir en este blog han ido disminuyendo. El motivo es que me he quedado sin palabras, sin ganas de expresar cómo me siento ante un proceso- el de la maternidad- que a mí se me resiste. He decidido dedicar más tiempo a pensar en otras cosas, a aprender de otros temas que me hagan disfrutar, como hasta la fecha he disfrutado leyendo sobre un tema tan apasionante como la maternidad. 

He tardado mucho en dar este paso, aunque hace meses que mi mente me lo pedía, porque realmente soy y seguiré siendo una adicta a la blogosfera maternal. Me sabe mal romper vínculos con gente tan maravillosa como vosotr@s, de modo que he decidido que seguiré leyéndoos, aunque sólo comentaré en casos muy puntuales. 

Quizás, de vez en cuando, me asome aquí de nuevo para contar algún avance, o alguna cosa que necesite compartir. Dentro de un mes tendremos ya los resultados de las pruebas de perfil estéril, y me gustaría compartirlos aquí. Pero no me puedo comprometer a escribir mucho más. No me salen las palabras, es así de triste. 

No quería abandonarlo todo de repente, sin decir nada. No sería justo con las personas que en algún momento a lo largo de la vida de este blog se han interesado por mis vivencias, han reído o han llorado conmigo, o simplemente han tenido unas cálidas palabras de ánimo. 

Por eso escribo esta semi-despedida. Me voy, sin irme del todo, pues os seguiré leyendo y alguna vez volveré a escribir algo en este espacio. Gracias a tod@s por estar ahí. Un abrazo.

lunes, 29 de agosto de 2011

Tratando de no pensar en lo único

No sé vosotras pero a mí me cuesta mucho desconectar y no pensar todo el tiempo en quedarme embarazada. No es sano, lo digo por experiencia, pero a me cuesta un montón distraerme. Cuando salgo a la calle, normalmente me tropiezo con una media de 5 carros de bebé y una o dos embarazadas. No he ido en todo el verano a la playa, entre otras cosas, porque es un lugar idóneo para estar con la familia, pero difícil de soportar si estás tratando de quedarte embarazada y no lo consigues.

Dicen también que el hecho de pensar tanto en el tema es contraproducente. Yo, la verdad, creo que lo psíquico no influye tanto en lo físico, pero por si acaso me he propuesto no pensar tanto en esto. Hay un pequeño problema. Que dentro de un mes dejo de trabajar, y me conozco, sé que le daré más vueltas al coco. De modo que debo planificar una maniobra de distracción. 

Por el momento me he apuntado a inglés, quiero apuntarme a partir de octubre a yoga y ya he empezado a buscar otro trabajo. También tengo pensado limpiar a fondo la casa (puertas y ventanas incluido) y pintar otra habitación. ¿Se os ocurren más cosas para distraerme y que no me pase el día pensando en lo mismo? A las que os costó un poquito, ¿cómo conseguíais desconectar del tema? 

viernes, 19 de agosto de 2011

Primera visita a la ginecóloga para abordar nuestra infertilidad


El próximo martes tenemos visita con la ginecóloga para abordar por primera vez nuestra dificultad para concebir. La última visita fue en octubre del pasado año, coincidiendo con mi revisión anual. En ese momento le comentamos que queríamos ponernos en serio a buscar a nuestro bebé, fue cuando nos recetó tomar ácido fólico y en principio nos dijo que no hacía falta que volviéramos hasta que hubiera pasado un año. 

Aún faltan un par de meses para cumplir el año y quizás nos estamos precipitando un poco al ir ahora, pero así lo teníamos decidido desde hace tiempo. Bueno, muchas me habéis sugerido que diga que ya llevamos más tiempo buscando, pero no me gustaría mentirle, así que he estado haciendo números para tratar de proporcionarle la mejor información. 

Desde octubre de 2010 hasta el presente mes de agosto han pasado 10 meses, pero he tenido 12 ciclos completos durante los cuales hemos mantenido relaciones si protección, buscando siempre los días cercanos a la ovulación, sin éxito, como es obvio. He comprobado por otro lado que la mayoría de los ciclos anotados han sido de 25 días, algunos de 24 y sólo uno de 27, por lo que considero que tengo una regla muy regular, vamos. 

Voy a ceñirme a esos datos para pedirle consejo, opinión y una revisión completa. Una de las cosas que quiero comentarle es que he observado pequeños coágulos en la regla durante los últimos ciclos, para que me comente si es normal o no. 

Antes de la visita me siento un poco rara. Aunque lo comentes con naturalidad, nunca esperas ser tú la que tenga que ir a la consulta para un posible diagnóstico de infertilidad. Nos sentimos bastante decepcionados con nosotros mismos, con nuestro cuerpo y con la poca química que parecen tener nuestros mini yos. No sabemos aún cuál es el problema, ni siquiera si existe el problema, pero estamos bastante desanimados. 

Supongo que muchas parejas han pasado por lo mismo antes que nosotros, ero tampoco eso nos sirve de consuelo. Hace ya un par de meses que dejé el ácido fólico, he pasado ya de tomarme la temperatura basal y he vuelto a fumar de vez en cuando... ¿total?

Me cuesta ser optimista, la verdad, y me da la impresión de que mi ilusión y mis ganas por ser madres van perdiendo fuelle. Ahora mismo, como le digo a papá mimoso, me cuesta imaginarme con un niño en brazos. 

Hace unos años, la "simpática" de mi cuñada me hizo un truco con un colgante y una cadena. ¿Habéis visto al mago Félix en el programa Salvados, del Follonero? Bueno, pues es el mismo truco. El caso es que si el colgante se mecía sobre la palma de mi mano en vertical, significaba que tendría un niño. Y si se mecía en horizontal, significaba niña, o al revés, bueno, para el caso me da igual. Lo que pasó fue que yo le dije a mi cuñada: ¿y qué pasa si yo no quiero tener hijos? (en ese momento no quería por nada del mundo) 
Pero ella insistió, me hizo el truco y el colgante se quedó inmóvil sobre la palma de mi mano. Me miró y me dijo con una mirada de desprecio: pues tu nunca tendrás hijos. 

Bueno, ¿por qué cuento esto? Pues porque estos días no paro de pensar en mi cuñada y no he logrado sacar aún toda la rabia que me reconcome, no sólo por esas palabras, sino por la mala relación que hemos tenido siempre. Bueno, eso es otro tema que quizás me anime a contar algún día. Por el momento, voy cerrando el post. Ya os contaré cómo va la visita. Buen fin de semana!

domingo, 24 de julio de 2011

Esta vez tampoco

El desenlace no ha sido el esperado. Este mediodía me ha venido la regla con muy mala leche, le he sentido bajando, como suena. Ha sido después de dos días en los que casi hemos tocado el cielo. 

El viernes por la tarde estábamos bastante nerviosillos, de modo que se me ocurrió probar hacerme un test de ovulación para ver qué pasaba, para comprobar la leyenda urbana que dice que estos test son capaces de dar positivo antes que un test de embarazo. Si no lo habíais oído nunca os recomiendo leer esta entrada de mamá (contra) corriente, donde nos da su experimentada opinión al respecto. Bueno, como me quedaba aún un TO por ahí suelto, pues me aventuré con papá mimoso a hacernos la prueba. Para nuestro regocijo, el palito empezó a mostrar dos rayas de color de rosa muy bien definidas. Nos abrazamos, respiramos hondo y decidimos hacernos un test de embarazo, que salió negativo. 

Bueno, pensamos que aún era muy pronto para dar positivo, ya que aún no se había producido la falta. Pero con un resultado tan bonito en el test de ovulación, pues estábamos bastante emocionados. El sábado me desperté como siempre a las 7 de la mañana para tomar la temperatura basal. Para mayor alegría, no sólo no había bajado sino que marcaba una décima más. Uff, ya no pude volver a la cama. Estaba muy contenta. Quería poner los pies en el suelo, pero había algo en mi interior que me decía que esta vez por fin había ocurrido el milagro. 

Papá mimoso se levantó más tarde y cuando le conté lo que había pasado se emocionó muchísimo. No nos hicimos el test de embarazo porque me continuaba pareciendo muy pronto para que diera positivo. Tratamos de pasar el día ocupados para evitar pensar en ello, aunque fue realmente difícil. 

Anoche, antes de acostarnos, nos abrazamos y estuvimos fantaseando un poco con un positivo. Tenemos muchas ganas de que llegue ese momento, así que estuvimos imaginando cómo sería, a quién llamaríamos primero, decidimos que nuestros padres no se enterarían ahora, sino más adelante, para evitarles un sufrimiento en caso de que no fuera bien la cosa. 

Total, parecía que estaba llegando el momento. Esta mañana, a las 7, ha vuelto a sonar el despertador, como cada mañana. Me he puesto el termómetro en la boca durante más de cinco minutos. Estaba tranquila. Hace unos meses, cuando vivimos una situación parecida, recuerdo tomándome la temperatura mientras me castañeaban los dientes de lo nerviosa que estaba. Esta mañana, en cambio, estaba feliz, pensaba que iba a corroborar la buena noticia. 

Papá mimoso se ha despertado también. Otras veces sigue durmiendo sin darse cuenta de que ha sonado el despertador. pero hoy quería estar a mi lado para verlo y abrazarme pasara lo que pasara. Bueno, tras los cinco minutos, me quito el termómetro y plof: tres décimas menos!!! Qué fuerte. Esta vez tampoco. 

Nos hemos abrazado pero no hemos llorado ninguno de los dos. Parece que estamos madurando mucho. Al cabo de un rato nos hemos vuelto a dormir los dos. Y ya al levantarnos, el tema ha estado presente, pero sin excesivo duelo. Creo que estamos aprendiendo a asimilar estos pequeños reveses. A mediodía, como os contaba al principio, he empezado a notarme un dolor de ovarios bastante molesto y tal cual os digo, he notado cómo iba bajando lentamente. Uff, me emociono al recordarlo. 

Bueno, pues ya está. Este mes tampoco será. Debo confesar que teníamos un plan A y un plan B para nuestras vacaciones, dependiendo del resultado de hoy. Si teníamos positivo, pensábamos ir cerca de casa, a la playita, a pasar nuestras vacaciones paseando por la orilla del mar, comiendo sano y durmiendo mucho. El plan B, en cambio, es turismo de ciudad, que es el que siempre nos ha gustado. Bueno, pues vamos a empezar a mover el culo, je je, porque estamos a una semana de empezar las vacas y aún no hemos reservado nada de nada. Habíamos pensado descubrir varias ciudades del centro de España que nunca hemos visitado, como Segovia, Ávila, Salamanca, Toledo, etc. No tenemos aun claro el viaje, pero lo que está claro es que nos escapamos unos días. Lo necesitamos mucho. 

Gracias por todos los mensajes de la entrada anterior.

martes, 19 de julio de 2011

Que se acabe ya

Últimamente ir a trabajar se me está haciendo muy cuesta arriba. Como consecuencia de los cambios que han afectado a mi departamento, el ambiente está muy enrarecido y mi compañera me está haciendo las cosas más difíciles. No quiero entrar en excesivos detalles, nunca se sabe quien puede llegar a leer esto, pero el resultado es que lo estoy pasando bastante mal. Muchas veces voy al baño sólo para desahogarme y llego a casa exhausta, no precisamente porque haya trabajado mucho sino porque me paso la mañana en tensión. Menos mal que no estoy embarazada. 

Quiero que llegue septiembre para dejar atrás todo esto. Sé que cuando llegue ese momento lo voy a pasar también mal, porque he estado aquí casi cinco años y se me hace muy difícil dejarlo. No todo ha sido malo. He tenido muy buenos momentos en este trabajo, pero ahora mismo tengo la necesidad de acabar. 

Por suerte, tengo cerca las vacaciones, un pequeño paréntesis que me ayudará a soportar mejor lo que me queda de contrato. Por suerte, estáis vosotras. Cuando me agobio mucho en el trabajo, os leo a escondidas para poder evadirme y ¿sabéis qué?: la mayoría de las veces me ayudáis a hacer esto más soportable, me hacéis reír y, lo más importante, me hacéis ver que ahora mismo no tengo ni la cabeza ni el corazón en este lugar. 

Es una mala racha que pasará pronto, pero mientras tanto si me veis algo pocha no me lo tengáis en cuenta, ya sabéis el motivo. 

lunes, 11 de julio de 2011

Las princesas también lloran

Charlene Wittstock y Alberto de Mónaco
El pasado fin de semana estuve ojeando una revista del corazón en casa de mis padres. Me entretuve un buen rato mirando las fotos de la boda del príncipe Alberto de Mónaco con la nadadora Charlene Wittstock, ya que desde pequeña me ha encantado cotillear los modelitos de ropa que salían en las revista. No pude evitar sentir cierta lástima por la nueva Grace Kelly.

Según recogen algunos medios, los contrayentes han firmado un acuerdo nupcial por el que ella se compromete a darle un heredero dentro de los próximos cinco años. ¿Qué pasará si pasado ese período de tiempo no consiguen concebir un niño (está visto que si es niña no puede heredar el principado)? ¿La  repudiará en ese caso? ¿Cómo podemos hablar en estos términos en pleno siglo XXI?

Ahora que estoy intentando tener un hijo, y que sé lo difícil que es quedarse embarazada, no puedo evitar pensar qué le pasará a la princesa de Mónaco en el caso de que no pueda concebir o no pueda desarrollar vida en su útero. Bueno, me puedo imaginar que en ese caso recibiría todo tipo de atenciones médicas y tratamientos de fertilidad, sin listas de espera, sin preocuparse por hacer números. 

Pero, llegados a ese punto, imaginemos que da a luz y tiene un niño precioso, ¿qué pasará con ella? ¿La repudiará porqué ya ha cumplido su cometido y ya no necesita sus funciones reproductoras? 

¿No os parece también que están jugando con la vida de un ser que aún no ha nacido y que si viene a este mundo se va a encontrar con una tremenda falta de cariño? Bueno, ahora soy yo la que está prejuzgando. Igual a ese niño nunca le faltará amor de sus padres, pero ... qué tristeza me produce todo esto!

miércoles, 6 de julio de 2011

Poco tiempo para el blog

Últimamente ando bastante desconectada de la blogosfera maternal y con poco tiempo para pararme a escribir algo de lo que pueda sentirme orgullosa. Tengo las neuronas fritas, debe de ser la mezcla de calor y la cercanía de las vacaciones, pero lo cierto es que estoy dejando abandonado este blog y muchos de los que seguía con asiduidad. 

Quizá esta desgana tenga algo que ver con el hecho de que no he conseguido mi gran objetivo, que es quedarme embarazada. Quizá si ya lo hubiera conseguido os podría hablar de los controles, los análisis, las compras para el bebé... Creo que sería un blog más ameno, donde volcaría mis sentimientos ante la inminente maternidad o mis dudas, que seguro que os apresurarías a comentar. Ese era el objetivo inicial de este blog. 

En cambio, escribo de vez en cuando para contaros que este mes tampoco ha sido... que no me doy por vencida... que lo seguiré intentando... Vaya rollo, ¿no?

A todo esto se ha unido recientemente la amenaza del paro. Finalmente acabaré mi contrato el 30 de septiembre, yuhu, tres meses más de nómina. Cuando me lo comunicaron, rápidamente hice la suma mental y pensé, bueno, de ahí sacaré para pagar la cuna, el carro, los muebles, etc. Por mi bienestar físico y mental preferiría haber acabado ya, pero ese dinero nos vendrá bien de cara a los próximos años. 

Mis amigos periodistas me dicen que el paro es una excelente oportunidad para quedarse embarazada, que aproveche la circunstancia, porque nuestro trabajo no tiene horarios fijos ni mucho menos compatibles con las necesidades de un bebé. La verdad es que tienen toda la razón del mundo, pero nadie me asegura que vaya a quedarme embarazada en los próximos dos años. Y esa idea me reconcome. 

Me gustaría que me dierais ideas para poder afrontar lo que está por venir. Me gusta demasiado planificar y que todo se cumpla, pero esta vez siento que no tengo las riendas de mi vida. 

viernes, 27 de mayo de 2011

Noticias bonitas y otras novedades (chungas)

Siento haber desaparecido durante tantos días. Me ha faltado el ánimo y las ganas de escribir por los motivos que ya conocéis. Sé que no conseguir un embarazo después de seis meses no es motivo para ponerse tan dramática. Muchas de las que me seguís habéis sufrido situaciones mucho más difíciles de digerir. Lo cierto es que necesitaba alejarme de mi necesidad de ser madre y, entre otras cosas, necesitaba dejar el blog un poco apartado. Pero en los últimos días han pasado cosas muy interesantes en mi vida y necesitaba contarlo. Hay algo bueno y algo malo. 

Una muy buena noticia ha sido el nacimiento de Daniel, el primer hijo de nuestros mejores amigos. Estamos muy contentos, aunque no hemos podido ir a ver a la criatura, pues papá mimoso está recluido preparando sus exámenes finales y la visita en cuestión queremos hacerla con calma y mucho mimo. Los papis están muy bien y desde  aquí quiero darles ánimos porque los primeros días son muy ajetreados. Pronto estaremos juntos para conocer a nuestro sobrino más pequeño. 

Otra novedad importante es que ahora mismo cabe la posibilidad de que me quede en el paro en un par de semanas, o bien que haya cambios importantes en mi trabajo, o bien que me quede como estoy. Esta última posibilidad quizás es la menos probable. Todo viene como consecuencia del resultado de las elecciones municipales del pasado domingo. Mi trabajo está muy ligado a la política y por tanto a los resultados electorales. El caso es que el alcalde del ayuntamiento para el cual trabajo ha perdido la mayoría absoluta. Eso hace necesario un pacto para la estabilidad del gobierno local, y el partido con el cual han de negociar pide una reducción importante de los gastos. Entre ellos los destinados a comunicación, el área donde trabajo como personal externo. Es más que probable que prescindan de la empresa para la cual trabajo.

No sé qué pasará porque ahora mismo todo son rumores. Hasta la segunda semana de junio no creo que sepa nada. Pero papá mimoso y yo ya nos estamos haciendo a la idea por si acaso. Lo peor de todo es que papá mimoso tampoco está muy bien en su trabajo. ¿Será posible que nos quedemos en el paro los dos después de haber aguantado los peores años de la crisis? ¿Ahora que ya hemos dado el paso para tener un hijo? ¿Toda la vida luchando por tener una estabilidad laboral para lanzarse a la maternidad y ahora esto?

Si me pinchan no me sacan sangre. Por adelantarme a los acontecimientos he llegado a pensar en posponer la decisión de ser padres una temporada, hasta que la cosa se calme, pero papá mimoso dice que na nai de la china, que hará lo que haga falta para conseguir trabajo si se da la situación. 

Menos mal que nos dimos este mes de "descanso conceptivo", salvo un aquí te pillo aquí te mato que, según papá mimoso, "ojalá haya cuajado". A mí en el fondo también me gustaría, pero tal y como pinta el nubarrón que tenemos ahora mismo sobre la cabeza, no sé, no sé, quizás no es un buen momento. Os mantendré al tanto. Gracias por todos los achuchones del post anterior y un abrazo. 

miércoles, 4 de mayo de 2011

Cuando seas madre cambiarás de opinión

"Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego", Gandhi

Voy a plantear un tema polémico, lo se y lo planteo aquí a riesgo de quedarme sola, pero me gustaría conocer vuestra opinión. Hoy almorzando con el resto de compañeros de trabajo he planteado que me parece fatal que Estados Unidos haya asesinado a Bin Laden, que preferiría que hubieran intentado capturarlo con vida y lo hubieran sometido a juicio. Igual que en su día me pareció abominable que condenaran a Sadam Hussein a morir ahorcado. Estoy totalmente en contra de la pena de muerte y la tortura. 

Mis compañeros se han reído de mi literalmente. Uno me ha dicho que si yo hubiera perdido un familiar en el 11S o en el 11M no pensaría lo mismo. Otra, madre de dos adolescentes, me ha dicho que pienso así porque no tengo hijos, que el día en que sea madre cambiaré de opinión y seré capaz de matar por mis hijos. 

¿Creéis que tiene razón mi compañera? Yo no soy madre y es verdad que no soy capaz de ponerme en la piel de una, pero tengo familia, amigos y sobrinos y no creo que la mejor manera de resolver los conflictos (a gran y pequeña escala) sea tomándonos la justicia por nuestra mano.

Yo muchas veces siento la necesidad de matar a mis vecinos porque no me dejan dormir, pero no se me ocurre llevarlo a la práctica. ¿En qué mundo vivimos? ¿Cómo le voy a explicar a mi hijo el día de mañana que Obama, Premio Nobel de la Paz, mandó capturar muerto al terrorista más sanguinario del planeta y lo vio en vivo y en directo?


Otra frase que se atribuye a Gandhi y que me encanta: 
En respuesta a la pregunta "¿Qué piensa de la Civilización Occidental?"
"¡Creo que sería una buena idea!"

No quiero ir por la vida en plan "soy la persona más buena del mundo", "no tengo sentimientos de odio ni de venganza"... no, esa no es mi aspiración. Sólo quiero decir que me parece horrible que los países democráticos actúen de este modo. El odio sólo va a generar más odio y al final será totalmente lícito que yo mate a tu hijo porque tu mataste el mío, ¿no? 

Igual os parece un tema fuera de lugar en un blog de maternidad, pero precisamente esta forma de pensar de la mayoría de la gente es lo que me ha parado mucho los pies a la hora de decidir si quería tener hijos. Me gustaría saber qué opináis al respecto.