lunes, 29 de agosto de 2011

Tratando de no pensar en lo único

No sé vosotras pero a mí me cuesta mucho desconectar y no pensar todo el tiempo en quedarme embarazada. No es sano, lo digo por experiencia, pero a me cuesta un montón distraerme. Cuando salgo a la calle, normalmente me tropiezo con una media de 5 carros de bebé y una o dos embarazadas. No he ido en todo el verano a la playa, entre otras cosas, porque es un lugar idóneo para estar con la familia, pero difícil de soportar si estás tratando de quedarte embarazada y no lo consigues.

Dicen también que el hecho de pensar tanto en el tema es contraproducente. Yo, la verdad, creo que lo psíquico no influye tanto en lo físico, pero por si acaso me he propuesto no pensar tanto en esto. Hay un pequeño problema. Que dentro de un mes dejo de trabajar, y me conozco, sé que le daré más vueltas al coco. De modo que debo planificar una maniobra de distracción. 

Por el momento me he apuntado a inglés, quiero apuntarme a partir de octubre a yoga y ya he empezado a buscar otro trabajo. También tengo pensado limpiar a fondo la casa (puertas y ventanas incluido) y pintar otra habitación. ¿Se os ocurren más cosas para distraerme y que no me pase el día pensando en lo mismo? A las que os costó un poquito, ¿cómo conseguíais desconectar del tema? 

martes, 23 de agosto de 2011

Óvulos y progesterona

Acabamos de salir de la consulta de la ginecóloga y el resultado ha sido bastante alentador. He comenzado a preguntarle por los coágulos que observo en la regla y por los manchados que he tenido días antes de menstruar en alguna ocasión. Antes de observarme, me ha comentado que la regla varía conforme nos vamos haciendo mayores y que, salvo que el sangrado sea abundante y doloroso, no debería darle más importancia. 

A continuación, a través de una eco vaginal, me ha ido explicando la posición de los ovarios y me ha señalado varios folículos a punto para la ovulación. También me ha comentado que el flujo estaba un tanto turbio, pero que es algo normal en verano (¿?).  Parece ser que lo ha visto todo bastante bien. Ni un pólipo a la vista. 

Mientras me vestía, papá mimoso le ha comentado que llevamos 10 meses buscando y que estamos un poco desmoralizados. La ginecóloga se ha mostrado bastante receptiva, afortunadamente, porque temíamos que pasara del tema y que le restara importancia. 

Bueno, el caso es que nos ha dicho que nos demos de plazo hasta que acabe el año, refiriéndose al año natural, es decir hasta diciembre. Mientras tanto, quiere que siga tomando el ácido fólico y me ha recetado progesterona para la segunda fase del ciclo. También me ha recetado unos óvulos para "limpiar el terreno" (esto último no lo he entendido demasiado bien, pero supongo que es por el tema del flujo que me ha comentado antes). 

Bueno, pues hemos salido de allí un poco más optimistas porque tenemos un poco más de plazo para intentarlo. Ha insistido en que tratemos de pensar en otras cosas y que no nos centremos sólo en el tema embarazo, vamos, que nos relajemos (dicho de un modo más suave). 

Por un lado me hubiera gustado que encargara ya los análisis, tanto para papá mimoso como para mí, pero tampoco salgo disgustada de la visita. La verdad es que la barrera psicológica de un año empezaba a pesarnos demasiado. El hecho de ampliar el plazo hasta diciembre me da un poco de vidilla. 

Bueno, ¿qué os parece lo que me ha comentado? Me ha advertido que la progesterona puede dar sueño, ya lo sabía, pero ¿conocéis otros efectos secundarios? ¿Alguna la ha estado tomando antes?

Gracias por vuestros comentarios, muchas veces no os respondo individualmente, pero los agradezco mucho. Sé que estáis ahí. Un abrazo.

viernes, 19 de agosto de 2011

Primera visita a la ginecóloga para abordar nuestra infertilidad


El próximo martes tenemos visita con la ginecóloga para abordar por primera vez nuestra dificultad para concebir. La última visita fue en octubre del pasado año, coincidiendo con mi revisión anual. En ese momento le comentamos que queríamos ponernos en serio a buscar a nuestro bebé, fue cuando nos recetó tomar ácido fólico y en principio nos dijo que no hacía falta que volviéramos hasta que hubiera pasado un año. 

Aún faltan un par de meses para cumplir el año y quizás nos estamos precipitando un poco al ir ahora, pero así lo teníamos decidido desde hace tiempo. Bueno, muchas me habéis sugerido que diga que ya llevamos más tiempo buscando, pero no me gustaría mentirle, así que he estado haciendo números para tratar de proporcionarle la mejor información. 

Desde octubre de 2010 hasta el presente mes de agosto han pasado 10 meses, pero he tenido 12 ciclos completos durante los cuales hemos mantenido relaciones si protección, buscando siempre los días cercanos a la ovulación, sin éxito, como es obvio. He comprobado por otro lado que la mayoría de los ciclos anotados han sido de 25 días, algunos de 24 y sólo uno de 27, por lo que considero que tengo una regla muy regular, vamos. 

Voy a ceñirme a esos datos para pedirle consejo, opinión y una revisión completa. Una de las cosas que quiero comentarle es que he observado pequeños coágulos en la regla durante los últimos ciclos, para que me comente si es normal o no. 

Antes de la visita me siento un poco rara. Aunque lo comentes con naturalidad, nunca esperas ser tú la que tenga que ir a la consulta para un posible diagnóstico de infertilidad. Nos sentimos bastante decepcionados con nosotros mismos, con nuestro cuerpo y con la poca química que parecen tener nuestros mini yos. No sabemos aún cuál es el problema, ni siquiera si existe el problema, pero estamos bastante desanimados. 

Supongo que muchas parejas han pasado por lo mismo antes que nosotros, ero tampoco eso nos sirve de consuelo. Hace ya un par de meses que dejé el ácido fólico, he pasado ya de tomarme la temperatura basal y he vuelto a fumar de vez en cuando... ¿total?

Me cuesta ser optimista, la verdad, y me da la impresión de que mi ilusión y mis ganas por ser madres van perdiendo fuelle. Ahora mismo, como le digo a papá mimoso, me cuesta imaginarme con un niño en brazos. 

Hace unos años, la "simpática" de mi cuñada me hizo un truco con un colgante y una cadena. ¿Habéis visto al mago Félix en el programa Salvados, del Follonero? Bueno, pues es el mismo truco. El caso es que si el colgante se mecía sobre la palma de mi mano en vertical, significaba que tendría un niño. Y si se mecía en horizontal, significaba niña, o al revés, bueno, para el caso me da igual. Lo que pasó fue que yo le dije a mi cuñada: ¿y qué pasa si yo no quiero tener hijos? (en ese momento no quería por nada del mundo) 
Pero ella insistió, me hizo el truco y el colgante se quedó inmóvil sobre la palma de mi mano. Me miró y me dijo con una mirada de desprecio: pues tu nunca tendrás hijos. 

Bueno, ¿por qué cuento esto? Pues porque estos días no paro de pensar en mi cuñada y no he logrado sacar aún toda la rabia que me reconcome, no sólo por esas palabras, sino por la mala relación que hemos tenido siempre. Bueno, eso es otro tema que quizás me anime a contar algún día. Por el momento, voy cerrando el post. Ya os contaré cómo va la visita. Buen fin de semana!

lunes, 15 de agosto de 2011

Regresando a la realidad

Último día de vacaciones... tic tac... tic tac... se acaban... noooooooooooo! Bueno, en mes y medio estaré de vacaciones forzadas, no es para tanto, jeje.

Buenas a tod@s, papá mimoso y yo ya estamos en casa. Realmente hace casi una semana que regresamos del viaje, pero no hemos parado en casa. Hemos querido exprimir al máximo estas vacaciones, porque a saber cuándo y cómo serán las próximas. 

Bueno, prometí una crónica del viaje que hicimos papá y yo la primera semana de agosto. Pasamos una semanita por tierras de Castilla y León, concretamente estuvimos por Segovia, Ávila y Salamanca. Ha sido un viaje gastronómico y cultural. Gastronómico por las comilonas que nos hemos pegado. Los quilitos de más que hemos traído a casa dan fe de lo bien que nos hemos portado en la mesa, jaja. En Segovia, el cochinillo. En Ávila, el chuletón. Y en Salamanca, probamos el hornazo, una empanada rellena de embutido ibérico que estaba para chuparse los dedos. Bueno, ha estado genial. 

Decidimos hacer este viaje por nuestra cuenta, pero escogimos el bus como medio de transporte porque a ninguno de los dos nos gusta conducir, menos en vacaciones y por carreteras que no conocemos. La verdad es que nos gusta mucho el tren, pero en este caso nos salía muy económico viajar en autobús, ya que todas las ciudades que he mencionado cuentan con servicio regular y los billetes son muy baratos. 

Pasamos los dos primeros días en Segovia. La paseamos por todos los rincones, desde el acueducto hasta el alcázar, pasando por decenas de iglesias y fachadas pintorescas. Al cabo de dos días, nos desplazamos a Ávila, donde tuvimos la inmensa suerte de pillar dos entradas para una visita teatralizada a las murallas. Nos encantó la ciudad, pero echamos en falta que el recinto amurallado no esté cerrado al tráfico. En comparación con Segovia y Salamanca, donde el centro histórico es peatonal, Ávila mantiene muchas calles abiertas al tráfico y parece que la cosa así pierde un poco de encanto. 

Finalmente, de Salamanca nos gustó mucho la piedra ferruginosa que da ese aspecto oxidado a los edificios y principales monumentos de la ciudad, como la encantadora Plaza Mayor o la imponente Universidad. En casi todas las ciudades contratamos visitas guiadas y en general quedamos muy satisfechos de la manera cómo supimos aprovechar el tiempo. 

Hemos comentado los dos que este ha sido uno de los mejores viajes que hemos hecho los dos solos porque no hemos discutido, nos hemos compenetrado perfectamente y nos hemos reído bastante. No obstante, hemos echado de menos a nuestros amigos, a los que conocimos hace tres veranos en un viaje a Portugal. Bueno, como acaban de ser padres no pensaban viajar este año, así que tuvimos que hacer esta escapada solos.

Al regresar a casa necesité dos días para acabar de curar un constipado que pillé en Ávila. Pero el resto del tiempo lo hemos aprovechado a tope para no olvidar estas vacaciones. Hemos ido de concierto, de correfoc, a pasar el día a la montaña a comer un gazpachito manchego, etc. Como veis no somos mucho de playa. A pesar de vivir a 35 km del mar, este verano no me he dado ni un chapuzón. Las de Madrid me vais a odiar, pero es que no me gusta nada el agua. Soy más de secano.

Mañana volveremos a la realidad. Como sabéis, me queda mes y medio de contrato, y además otra semana de vacaciones. De modo que no creo que me de tiempo para el agobio. Las últimas semanas de julio fueron insoportables, pero esta vez voy a hacer lo posible por acabar en este trabajo con una sonrisa en la boca.

El tema embarazo, pues nada, seguimos intentándolo, no hemos dejado de pensar en ello estas vacaciones. Dentro de una semana tenemos visita con la ginecóloga. He pensado en suspenderla miles de veces, porque no se cómo exponerle el tema. Me da palo que me diga que aún es pronto para preocuparse. La verdad es que llevamos 9 meses de búsqueda, aún estamos a un trimestre de la media para conseguir un embarazo, pero ya estamos muy desmoralizados. Nada, prometo crónica de la consulta, espero que no me envíe a freír espárragos.

¿Y vosotras cómo andáis? Os he estado leyendo, pero me ha resultado imposible comentar con el trasto de móvil que tengo. Tiene una pantalla demasiado pequeña para mis pezuñas de dedos, de modo que he sido incapaz de comentar. De todos modos, está la cosa muy parada ¿no?. Bueno, es señal de que estamos todas y todos disfrutando de unas vacaciones, de nuestras familias y de nuestros amigos. Supongo que en septiembre volverá todo a la normalidad. Yo ya he aterrizado, cuidaré la casa hasta que volváis.

Un abrazo.