viernes, 31 de diciembre de 2010

Mis propósitos y deseos para 2011

Adiós 2010 (el año en que decidí ser madre, el año en que me casé, el año en que estrené piso, el año en que empecé el blog... , para mi ha sido un año 10). Que 2011 sea como mínimo la mitad de bueno.

Me gustan los años impares, aunque los pares tampoco me han tratado mal. Pero 2011 me gusta de una forma especial. He comprendido que pronto habrá cambios importantes en mi vida y puede que gran parte se empiecen a gestar (nunca mejor dicho) durante el año que va a empezar.

Mi principal deseo para 2011 es conseguir quedar embarazada. A partir de ahí, pido un buen embarazo, un parto respetado, un bebé muy sano y una crianza feliz. Pedir por pedir es muy goloso, pero no voy a ser abusona. En general, aprovecho la mágica noche de fin de año para pedir salud, amor, paz y trabajo para mí y para todas las personas que amo. Familia y amigos están en mi lista de deseos todos los años. 

Por lo que respecta a los propósitos, para este año quiero: 
- seguir dejando el tabaco
- ser más cariñosa
- tratar con mayor respeto a mi marido
- hacerme respetar en el trabajo
- luchar por las cosas en las que creo
- no perder el tiempo en cosas que no merecen la pena

Seguro que me dejo cosas por escribir, pero se me hace tarde y hay que hacer las maletas. Pasaremos el fin de año en casa de unos buenos amigos. A la vuelta, espero ponerme al día con los blogs que sigo. 

Aprovecho para desearos Feliz Año Nuevo y muchos posts por compartir. Un abrazo.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Dos meses sin fumar

Foto: usuario de Flickr


Mañana cumpliré 60 días sin fumar. Mi pesadilla con el tabaco empezó bien jovencita, no recuerdo la edad para ser exactos. Creo que mis primeros cigarrillos fueron entre los 11 y los 12 años, eran esporádicos, robados furtivamente del paquete de Fortuna de mi padre. Él empezó a los 7 años y hoy, con 67, todavía fuma un paquete diario.

A los 15 años conocí a una chica en el instituto. Hicimos buenas migas. Nuestro secreto mejor guardado era la cajetilla de tabaco que compartíamos cada semana. Fumábamos a escondidas y nos divertíamos con ello. De repente, con 16 años, tuve una experiencia religiosa. Quise ser monja y no va de coña. Eso me da para otro post. Por lo que respecta al tabaco, lo dejé completamente. Estaba tan convencida que llegué a pensar que fumar era pecado. Dios mío!!! Nunca mejor dicho. Lo peor de todo es que rompí con mi amiga. A mis ojos, infectados de fe, ella era la inductora del pecado. Por supuesto, jamás entendió porqué lo habíamos dejado.

Con 17 cambié de instituto. Allí volví a encontrarme con alguna amigas de la infancia. Con ellas empezó la época de los excesos. Alcohol, tabaco y otras sustancias. Yo no abusé de nada, pero me enganché al tabaco. Ellas, más afortunadas, lo dejaron todo y adoptaron unos estilos de vida modélicos en todos los sentidos. También rompí con esas amigas, nuestros caminos se distanciaron demasiado.

Universidad, nuevos amigos, mi primer noviete, mi primer trabajo.... En todo me acompañó el tabaco. También cuando conocí a mi marido. Por entonces yo fumaba Fortuna mentolado (argg). Mi chico se me acercó y me pidió uno para probarlo. Yo pensé: !mierda! !será gorrón! Luego nos convertimos en amigos... amantes... fumadores de cigarros compartidos...

Desde entonces, hasta los 31, he fumado mucho, con ansiedad, a veces de forma enfermiza. No soportaba la idea de quedarme sin tabaco. Siempre llevaba 2 o 3 mecheros en el bolso, porque me daba vergüenza pedir fuego. Llegué a pensar que nunca sería capaz de viajar a Nueva York porque me parecía imposible aguantar 8 horas sin fumar.

Sin embargo, había una cosa que tenía muy clara: no empezaría a buscar un hijo hasta que no consiguiera dejar de fumar. Detestaba la idea de imaginarme embarazada y con un cigarro en la boca. Y ese es el motivo por el que he dejado de fumar.

Apaqué mi último cigarro, junto con mi marido (también exfumador), el 30 de octubre de 2010, sobre las 10.30 de la noche. Desde entonces hasta hoy reconozco que he tenido momentos duros. El tabaco está presente en casi todos los ámbitos en los que me muevo. Pero tampoco me está resultando tan difícil como esperaba.

Desde luego, nada es imposible si uno se lo propone y yo tengo un motivo.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

¿Nuestra última Navidad sin hijos?

¿Cómo será nuestra Navidad en 2011? ¿Tendré un hijo para entonces?

Foto: usuario de Flickr

Haciendo un repaso de los últimos 12 meses observo que 1 año da para mucho. El año pasado, tal día como hoy, mi marido aún no era mi marido y estábamos en la notaría firmando las escrituras del piso. Nos casamos en marzo, nos mudamos al piso cuatro días después de la boda.

En junio acabé un postgrado y en octubre mi marido empezó a ser universitario. Noviembre ha sido especial: hemos hecho 10 años de novios, hemos dejado de fumar y hemos empezado a buscar un hijo. Mientras tanto, los dos hemos conservado nuestros trabajos, que ya es todo un lujo hoy en día. Por lo general, 2010 ha sido un buen año.

¿Qué será de nosotros en 2011?
Cada año, al llegar nochevieja me gusta escribir en un papel qué espero del año que empieza. Escribo mis propósitos para el año nuevo e imagino cómo será mi vida dentro de 12 meses. Este año lo volveré a hacer, pero no en un papel, sino en este blog, para que cualquiera pueda leerlo.

Por el momento, lanzo una pregunta a mi destino: ¿esta Navidad de 2010 será mi última Navidad sin hijos?

martes, 21 de diciembre de 2010

Ovulando

Hoy se supone que ovulo y he estado investigando un poco sobre el tema. Parece mentira pero en 7º de EGB, con 11 o 12 años, podía recitar de memoria los órganos y las funciones del aparato reproductor, entre otros. Un beso desde aquí a mi profe de ciencias (en el fondo no era tan bruja). Vayamos al grano.


La ovulación se produce cuando un ovario libera un óvulo y éste empieza a deslizarse por la trompa de falopio, hasta llegar al útero. Si durante ese trayecto resulta fecundado por un espermatozoide, su llegada al útero dará paso al proceso de anidación o implantación. En cambio, si ningún espermatozoide alcanza su objetivo, el óvulo se rompe y da paso a la menstruación.

La ovulación suele producirse a mitad del ciclo menstrual, cuya duración media es de 28 días, por tanto alrededor del día 14. La unión sexual debe producirse lo más cercana posible a este día. Estas instrucciones, aparentemente tan sencillas, se pueden complicar debido a la irregularidad del ciclo menstrual. Muchas mujeres, como yo, tenemos ciclos de duración diferente. En mi caso siempre he tenido ciclos más bien cortos, de 23, 25 o 26 días. Por ello me resultan útiles los test de ovulación.

Hace tiempo, por recomendación de una buena amiga, compré por internet un pack de 21 test de ovulación y 5 de embarazo, en formato tira, muy económicos. Llevo unos tres ciclos haciendo uso de ellos, ya que me ayudan a saber cuál es el mejor momento para llevar a cabo la unión sexual.

Siempre me han recomendado que me olvide de planificar tanto y que me deje llevar más, vamos, que no me obsesione con conseguir el embarazo. Mi marido y yo hablamos bastante al respecto, pero ambos estamos de acuerdo en que una ayuda no viene mal.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Cuando la cigüeña se suicida



Vía Crianza y confianza he descubierto este "temazo" de Ricardo Arjona. "De vez en mes" describe muy bien cómo me he sentido cada vez que me ha bajado la regla durante estos meses en los que he empezado a buscar un bebé. La letra también refleja la angustia del padre frustrado, que no sabe cómo ayudar a su chica "cuando la cigüeña se suicida" "de vez en mes". 




De vez en mes
De vez en mes te haces artista,
Dejando un cuadro impresionista,
Debajo, del edredón.
De vez en mes con tu acuarela,
Pintas jirones de ciruelas,
Que van a dar hasta el colchón.
De vez en mes un detergente,
Se roba el arte intermitente
De tu vientre y su creación.
Si es natural cuando eres dama,
Que pintes rosas en la cama,
Una vez de vez en mes.
De vez en mes,
La cigüeña se suicida,
Y ahí estas tú tan deprimida,
Buscándole una explicación.
De vez en mes,
El cielo te roba el milagro,
El tiempo te hace un calendario,
De una vez, de vez en mes.
De vez en mes,
Tú me propones huelga de hambre,
Yo algo de imaginación.
De vez en mes la luna nueva,
Viene a quitar lo que renueva,
Y a colocar otra ilusión.
De vez en mes soy invisible,
Para intentar en lo posible,
No promover tu mal humor.
De vez en mes no hay quien te aguante,
Y es tu pecado estar distante,
Y otro peor quedarme ahí.
Y aunque hay receso obligatorio,
Y el cielo se hace un purgatorio,
Te amo más, de vez en mes.
De vez en mes,
La cigüeña se suicida,
Y ahí estas tú tan deprimida,
Buscándole una explicación.
De vez en mes,
El cielo te roba el milagro,
El tiempo te hace un calendario,
De una vez, de vez en mes.
De vez en mes,
Tú me propones huelga de hambre,
Yo algo de imaginación.
De vez en mes,
Tu vientre ensaya para cuna,
Tu humor depende de la luna,
Y yo te quiero un poco más.
De vez en mes,
A ti te da por tomar siestas,
A tus hormonas por las fiestas,
Y el culpable siempre yo.
De vez en mes,
No hay más reloj que el de tu cuerpo,
No hay más luz que la que das,
De vez en mes.



Se lo dedico especialmente a mi marido: ese gran hombre, de una paciencia ilimitada, que me quiere como soy, con el que me siento segura y con quien me volvería a casar una y mil veces (Dios mío, me ha salido casi tan cursi como la canción, upss!)

jueves, 16 de diciembre de 2010

Me presento



Aprovecho esta primera entrada en el blog para presentarme. Me llamo Celia, tengo 31 años y persigo un objetivo: quiero convertirme en madre. Llevo en ello los dos últimos meses y parece que llevo toda una vida intentándolo.

Quiero tomarme las cosas con calma y al mismo tiempo disfrutar de todo el proceso. Por ello he pensado que escribir mi experiencia en un blog me puede servir de apoyo. Sigo muchos blogs sobre maternidad y debo decir que se ha convertido en mi mayor afición. Por ello, desde este momento anuncio que quiero unirme al club de mamás blogueras.